lunes, 24 de septiembre de 2012

¿Llamamos a un taxi?

Doy por sentado que cada uno somos un mundo y hacemos una misma cosa de formas muy distintas. Del simple hecho de repostar combustible se podría escribir un libro, pero hay situaciones que son, cuanto menos, divertidas y extrañas.

Los hay que vienen y se quieren acercar tanto al surtidor que no dejan espacio para salir a servirse. Deben de tener miedo de que la manguera no les llegue al depósito por el mero hecho de que no se vea (va enrollada en el interior del surtidor), pero yo creo que ya todas las mangueras son así. Ahí yo me parto, viendo como intentan salir, no pueden y, finalmente, tienen que mover el coche, lo dejan otra vez bastante justo y tienen que meter tripa para poder bajarse del vehículo.


También está el caso contrario. Los que llegan y se ponen a medio kilómetro del surtidor. Como dice un buen compañero mío: "Qué, ¿llamamos a un taxi? (para llegar al surtidor)"

Otros quieren llenar el depósito tan a tope que mueven el vehículo de una forma tan virulenta que parece que quisieran volcarlo. Pero... ¿cuánto te crees que pueda entrar más? ¿0,20 céntimos? Hay más gasolineras por el camino, majo.

Y alguno que otro sube la furgoneta al bordillo en el que está el surtidor (de unos 20 -25 centímetros), para que haga caida y poder llenar más el depósito. Cualquier día de estos va a reventar una rueda o, como no controle bien, se va a cargar la columna de la estación y entonces... llegarán las lamentaciones.

viernes, 14 de septiembre de 2012

La moda o ... no

Estoy de acuerdo en que cada uno vaya vestido como mejor le parezca y le apetezca, pero es que hay cosas que dañan al ojo humano. Y es que hay maneras de vestir o de no vestir que no son correctas para ningún lugar.

Que  una persona entre a la tienda descalzo o  en bañador me parece una falta de respeto y de higiene en el primero de los casos.

Ya cuando entran con toda la camisa desabrochada o con la camiseta levantada enseñando una tripa de cervecero que no os quiero ni contar, pues atenta al buen gusto, cuanto menos.

¿Qué cuesta ponerse unas chanclas o atarse los botones de la camisa? Luego en tu coche haces lo que te de la gana pero en un establecimiento público... "un poco de por favor".

En cuanto a la moda, hay otras cosas que no entiendo. ¡Cuánto daño ha hecho el pantalón pirata a la moda masculina!!!. Especialmente cuando el pantalón pirata les llega casi a los tobillos y luego llevan los calcetines bien estirados con lo que sólo se les ve 1 centímetro de pierna, si llega. ¿Para qué quieres entonces llevar un pirata? Ponte unas bermudas y así enseñas algo más de pierna y estarás algo más fresquito. Pero, bueno, allá cada cual con su cada cuala, como decía un amigo mío.

Tampoco quiero dejar pasar una anecdota que me paso el otro día. Echando gasolina el típico chico musculitos, camiseta de tirantes, pelo a lo Ronaldo, culito estrecho y hombros anchos. Viene a pagar y pone sobre el mostrador un bolsito de mano infantil de Mickey,  azul celeste de unos 30 centímetros x 25, muy parecido al de la foto.
Con la mirada busqué al niño, pero no había.  Entonces, el chico abrió su bolso y sacó su cartera para pagar. Lo vuelve a guardar y se marcha. Parecía una cámara oculta para ver cómo reaccionaba la gente porque si no...
"Hay otros bolsitos más adecuados a tu edad  ¿No crees?"