No me digas que no es buena, y a algunos les va al pelo. Pues de ella me acordé después de atender a un "personaje" un tanto elevado, de esos que te miran por encima del hombro, o eso se creía él por tener un nivel económico alto; aunque, como diría mi padre, "nunca se sabe de quién es la vaca hasta que se va a vender".
¡Vaya por Dios, que hoy me está saliendo la vena parafraseadora! Bueno, al grano que me voy por los cerros de Úbeda con una facilidad...
El caso es que un día aparece por la gasolinera un tipo en un fiat pequeñito, de esos que parecen un micromachine de los de Hot Wheels y al ir a pagar el carburante con una tarjeta, le solicitamos que nos muestre una identificación, tal y como nos exige la empresa. Se enfada porque su tarjeta tiene PIN y no cree necesario enseñarnos el DNI. Le decimos que para nosotros es obligatorio pedirlo y que es por su seguridad, pero no estaba por la labor de entender nuestra postura.
- Me vais a hacer perder el tiempo, nos espetaba, tengo que deshacer la maleta.
Después de un rifi-rafe, trae el documento que, por supuesto no estaba dentro de la maleta, paga y nos pide una factura. Al hacersela y tener sus datos en nuestra base, aparece un número de matrícula. Se la leo:
- ¿Dejamos esta matrícula?
- Bueno, esa es la del Jaguar, hoy traigo el otro.
Mira bonito, para mi como si es la de tu bici de paseo... No te digo.
