lunes, 3 de noviembre de 2014

¡Oye, que he vuelto!

Pues no sé que excusa poner que pueda sonar mejor para no haber pasado por aquí durante tanto tiempo. La verdad es que he estado centrada en "otras batallas" y he tenido poco tiempo para las cosas "extra", pero también entono un "mea culpa" y debo decir que pocas ganas y algo de vagancia  han tenido algo que ver. Todo esto unido a la compra de una tablet que me ha alejado un tanto del ordenador. En este sentido, he de reconocer, que soy incapaz de escribir más de dos lineas en ese teclado infernal.

Bueno, una vez explicado (más o menos) el motivo de la tardanza en asomarme por aquí paso a contaros algunas de las "desesperiencias" que me han pasado en estos meses, que no han sido pocas.

Semana de noches. Llega un cliente extranjero, se acerca a la ventanilla de pago y me dice que no sabe el importe que va a repostar puesto que quiere llenar el depósito.

- Quiero llenar
- Déjeme entonces una tarjeta de pago o una de identificación (DNI, el carnet de conducir)...

Me da una tarjeta de su grupo sanguineo.

- Caballero, esta no me vale.
- ¿No?!!!!
- Pues no.
Acaso se piensa que somos del CSI de Grissom o de Horatio y que si no paga vamos a poder atraparle con una muestra de sangre. Anda, vamos...